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Scavarelli: "El peligro principal está en la invasión de lo electoral y de visiones partidarias en la justicia"

La sociedad uruguaya ha enfrentado en las últimas semanas una serie de hechos removedores involucrando actores políticos, sindicales y de gobierno, al tiempo que se ha reavivado el debate sobre la violación de derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar vivida por el país.

 

En la siguiente entrevista transitamos por una amplia gama de temas que tienen que ver con la justicia y su relación con la política, las nuevas tecnologías, las familias ideológicas a la luz de la coalición gobernante; entre otras aristas.

 

Nuestro invitado advirtió que cuando los aspectos políticos y partidarios comienzan a interferir en el funcionamiento de la justicia, se debilita la confianza de los ciudadanos en el sistema y se corre el riesgo de que las decisiones judiciales se vean influenciadas por intereses ajenos al debido proceso y la búsqueda de la verdad.

Andrés Scavarelli es Dr en Derecho, Abogado, Mediador y analista en varios medios nacionales e internacionales
Andrés Scavarelli es Dr en Derecho, Abogado, Mediador y analista en varios medios nacionales e internacionales

CDP:. Dr. Scavarelli, gracias una vez más por aceptar nuestra invitación a dialogar. Sin más preámbulo, comenzamos: Distintos actores políticos de primer nivel nacional han cuestionado el accionar de la justicia, achacándole parcialidades, proximidades o distancias de ciertas tendencias o corrientes políticos, desde esta perspectiva: ¿Cuáles considera que son los principales amenazas que enfrenta el ecosistema judicial uruguayo en este Uruguay del siglo XXI?

 

Andrés Scavarelli:. La justicia uruguaya como sistema que involucra no solo a los órganos del Poder Judicial sino a la totalidad de instituciones y personas que tienen que ver en la investigación y resolución de presuntos ilícitos penales ofrece suficientes garantías de imparcialidad, aunque a veces desde el poder político aparezcan sospechas infundadas o se creen leyes que sin tener en cuenta el carácter de sistema integral, vienen a romper principios y garantías fundamentales como por ejemplo la presunción de inocencia.

 

El peligro principal está allí, en la invasión de lo electoral y de visiones partidarias en la justicia.

 

CDP:. ¿Entiende que el llamado "lawfare" es una realidad plausible de intromisión del aparato judicial en la resolución de temas netamente políticos, o es una construcción dialéctica de ciertos sectores de la prensa y de la clase política?

 

Andrés Scavarelli:. El Lawfare o guerra partidaria usando a la justicia como campo de batalla es una posibilidad que se da siempre en todo país, en todo sistema y no se puede regular porque sería vulnerar el derecho al acceso a la justicia.

 

Para evitar que esto suceda lo que se necesita es que los dirigentes políticos entiendan que el terreno donde deben dirimir sus diferencias y enemistades es en la arena política y no en la justicia, ya que estás acciones perjudican a la justicia colocándola en un lugar de indebida exposición donde una resolución será valorada por los partidarios políticos, a instancia de sus dirigentes, con la perspectiva errónea de una inexistente parcialización.

 

CDP:. Recientemente el Uruguay vivió una nueva marcha del silencio, reclamando verdad y justicia sobre la violación de derechos humanos en el país. Luego de tantos años de gobiernos de la llamada derecha y el pasaje de la denominada izquierda por el gobierno ¿Cuáles son los factores neurálgicos que alejan a la sociedad uruguaya de la verdad reclamada y cuáles camino s les queda al Estado, a las organizaciones sociales y a los familiares recorrer para que se haga justicia?

 

Andrés Scavarelli:.  El gran problema que existe en el tema de los crímenes cometidos en épocas recientes abusando de la maquinaria estatal de forma sistemática y organizada es de prueba, se necesita encontrar a quienes saben la verdad de los lugares de enterramientos clandestinos de personas asesinadas a manos de agentes estatales, pero esto no ha resultado una tarea sencilla porque o bien quienes aún viven no saben o no están dispuestos a hablar.

 

Lo importante es mantener viva la presencia y la memoria para que el reclamo de verdad y Justicia no se detenga, pero también como anticuerpos para que esos hechos aberrantes de la historia no sucedan nunca más en nuestra tierra.

 

CDP:. El gobierno del presidente Lacalle Pou desestimó invitar al presidente de Venezuela a su toma de posesión, ha mantenido un discurso confrontativo con las autoridades de Miraflores, sin embargo, recientemente concomitantemente con el declive del "interinato" del autoproclamado ex diputado Juan Guaidó nombra un embajador político en la nación caribeña ¿Qué cambió? ¿Qué se busca con este movimiento? ¿En qué beneficia o perjudica el discurso oficial hasta hoy sostenido?

 

Andrés Scavarelli:. Siempre es un problema cuando un presidente se guía por la simpatía personal o ideológica y no dentro del rol para el que fue electo que es el de representar a todo un país. 

 

Lo vemos cuando, en este ejemplo, no se invita al presidente de Venezuela y se llama dictadura a lo que sucede en Venezuela pero se invitó a la golpista Añez de Bolivia; no se condena el golpe en ese país ni tampoco los graves hechos en Perú y ni se habla de la sistemática violación de derechos humanos en El Salvador.

 

CDP:. La Coalición gobernante llego a los distintos espacios de poder bajo el discurso de la lucha contra la delincuencia, sin embargo la sensación de inseguridad es creciente en la opinión pública uruguaya de acuerdo a distintos sondeos recientes de opinión. En este contexto, desde la oposición se suman cuestionamientos a los nuevos marcos jurídicos impulsados desde la LUC, nos enfrentamos a denuncias de uso desproporcional de la fuerza por parte de los efectivos policiales, entonces: ¿Cuál es la salud de la seguridad que vivimos los uruguayos? 

 

Andrés Scavarelli:. La LUC no es ni la panacea ni un veneno. Con los altos niveles de inseguridad existentes, la necesidad de convocar a un diálogo interpartidario a dos años de aprobada la LUC y la promesa de nuevas medidas contra la inseguridad queda en claro esto. La LUC está vigente y sin embargo la cantidad de homicidios aumenta de forma alarmante.

 

CDP:. ¿No sería el tema de la seguridad un elemento que aglutine las distintas tendencias ideológicas y las diversas bibliotecas jurídicas que le permitan al país contar con un accionar consensuado e integral en la lucha contra la delincuencia al mismo tiempo que se le asegura mayor seguridad a sus habitantes? ¿Qué % de responsabilidad le cabe al tráfico y consumo ilegal de drogas como factor de inseguridad y los respectivos planes desplegados por la fuerza pública para identificar, neutralizar y reprimirlo?

 

Andrés Scavarelli:. La inseguridad o mejor dicho las políticas de seguridad, no solo en Uruguay, han visto como lo político ha desplazado a lo científico o técnico.

 

Es un tema que se presenta como campo fértil para la demagogia y el miedo que favorece a aquellos que hablan de mano dura como ilusoria solución a la inseguridad.

 

La seguridad requiere miradas a largo plazo y políticas que ataquen en lo inmediato loa efectos en loa habitantes para que estén más seguros pero al mismo tiempo con políticas sociales se inclusión y presencia estatal se forma sostenida y efectiva que a lo largo del tiempo y con objetivos a plazos amplios vayan disminuyendo hasta eliminar las causas que generan la mayoría de los delitos.

 

CDP:. Hay una máxima que reza que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Ahora bien, no pocos analistas entienden que del gobierno de las mayorías sobre lo cual se basa la democracia, hemos pasado al gobierno de las minorías mayores. ¿Usted concuerda con esta lectura? ¿con cuáles herramientas cuentan las fuerzas democráticas para avanzar hacia la consolidación de mejores ciudadanos para tener mejores políticos?

 

Andrés Scavarelli:. El problema de la demagogia en estos tiempos a nivel global es que hay una marcada tendencia de distintos gobiernos a gobernar para sus electores y no para la globalidad de la población.

 

Loa antiguos filósofos griegos hablaban de formas puras e impuras de gobierno, la democracia es el gobierno de las mayorías para el bien de todos y la demagogia es el gobierno de las mayorías circunstanciales para el beneficio de esos grupos.

 

Debemos revalorizar la democracia y exigir a los gobernantes que gobiernen para todos y no solo para los suyos.

 

CDP:. En la era de la comunicación y la información, las sociedades se enfrentan a desafíos como la desinformación, los vacíos informativos, la saturación comunicacional y la vanalización de los mensajes todo lo cual termina impactando sobre la profundidad y la calidad de los discursos democráticos ¿Cuáles son los reservorios éticos, morales, políticos y comunicacionales para enrumbar a la sociedad uruguaya hacia procesos de comunicación y niveles de información y formación que le permitan blindarse de los embates de estos flagelos que han llegado con las nuevas tecnologías y tender hacia el aprovechamiento asertivo de las TICs en nuestro constructo social?

 

Andrés Scavarelli:. La única garantía contra la ignorancia, la mentira y la desinformación es con más información, verificación de fuentes y más educación crítica.

 

Las nuevas tecnologías, con herramientas como el deep fake y herramientas que usan la inteligencia artificial como también los motores gráficos hacen indistinguible la ficción de la realidad.

 

Es necesario educar a la población en una conciencia crítica que cuestione todo, aún sus propias certezas y lo que sus propios ojos le están mostrando.

 

CDP:. ¿Cómo percibe el accionar del país en las instancias integracionistas? A la luz de los encuentros y desencuentros que se han dado en espacios como Mercosur, Unasur, Celac y OEA ¿Qué papel debería jugar Uruguay en estos espacios de integración para impulsar agendas integrales e integradoras, más allá de las afinidades y distnacias ideológicas de los gobiernos de turno? 

 

Andrés Scavarelli:. Uruguay ha perdido mucho terreno a nivel internacional, la imagen del país, probablemente en parte por los escándalos que estamos viviendo, nos hayan llevado a ello.

 

Uruguay debe buscar la máxima integración posible sin vulnerar el marco normativo de los organismos a los que pertenece pero dialogando, no con violencia ni agresividad, no llamando lastre a ningún país porque la fuerza de nuestro país estuvo siempre en el diálogo y no en una prepotencia que no es parte de nuestro estilo y que además, por la realidad de las cosas no tenemos la fuerza de sostener.

 

CDP:. Otro de los aspectos que han sacudido la modorra de la sociedad uruguaya en lo productivo, lo académico, los servicios y hasta lo políitco es el relativo a la migración, producto de este crecimiento de la migración intraregional ¿Cómo valora la forma en que el país se ha posicionado sobre este tema y cuáles son las principales amenazas y oportunidades que percibe en este fenómeno en el corto y mediano plazo?

 

Andrés Scavarelli:. Es tan sencillo como acceder a uno de los exámenes de ancestralidad disponibles en nuestro país para conocer cuáles son nuestros orígenes en nuestro ADN personal.

 

Uruguay es una construcción colectiva y permanente de personas de distintos orígenes, por eso no me gusta la frase "no nací en Uruguay, solo tuve suerte", porque siento que excluye a quienes habiendo nacido en otros países son tanto o más uruguayos que los nacidos en esta tierra. Uruguay somos todos, tanto los nacidos aquí como los que  no.

 

CDP:. ¿Cómo lee el tránsito de los partidos tradicionales, históricamente rivales hacia la consolidación de lo que se ha llamado las "familias ideológicas" y cuánto aportan o restan al debate ideológico a la interna de los partidos, entre los partidos y entre los partidos y la sociedad? 

 

Andrés Scavarelli:. Brevemente, la construcción retórica de las poéticamente denominadas "familias ideológicas" no es otra cosa que un término elegante para hablar de unidad para ganar o conservar el poder. 

 

La única familia ideológica que existe en nuestro país es de todos y es el apego por el Estado de Derecho, la Democracia y el Republicanismo.

 

CDP:. ¿Cómo se le explica a las nuevas generaciones las afinidades circunstanciales del Batallismo y el Herrerismo para poder cohabitar hoy una Coalición, luego de haberse combatido a lo largo de todo el siglo XX?

 

Andrés Scavarelli:. El Batllismo y el Herrerísmo son el agua y el aceite, no es posible mezclarlos o unirlos y, si en algún momento aparentan estar unidos es porque eso que parecía ser aceite era agua de otro color.

 

Lo mismo para el Batllismo, si hay algo que parece ser Batllismo apoyando al Herrerísmo entonces es que no es Batllismo sino tal vez Jorgismo, Bordaberrismo o Riverismo, pero nunca Batllismo ya que el Batllismo y el Herrerísmo tienen bases, ideas y programas incompatibles e inconciliables.

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