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Desde el exilio, Youtuber cubano expone la realidad de la isla

Cuba atraviesa una crisis energética sin precedentes, agudizada por la desinversión crónica en infraestructura y el reciente impacto del huracán Óscar.

 

La red eléctrica del país, desgastada por décadas de negligencia, ha dejado a millones de cubanos sin acceso confiable a electricidad, reviviendo recuerdos de los apagones masivos que marcaron el "Periodo Especial" en los años noventa. Sin embargo, para Frank El Makina, la situación actual es "la peor que se ha vivido".

 

 

Desde ES LA HORA DE HABLAR, dialogamos con el creador de contenidos digitales Frank El Makina, educador cubano en el exilio, quien describe la situación como "la peor que se ha visto en años", superando incluso los apagones vividos durante el periodo especial.

Youtuber cubano Frank El Makina en  ES LA HORA DE HABLAR
Youtuber cubano Frank El Makina en ES LA HORA DE HABLAR

El colapso energético en Cuba no es producto de un solo evento, sino el resultado de años de mala gestión y abandono estatal. Las infraestructuras energéticas, envejecidas y desactualizadas, no han recibido el mantenimiento necesario, lo que ha dejado al país vulnerable ante cualquier adversidad climática o técnica.

 

Frank señala que las autoridades no han implementado políticas energéticas eficaces ni han buscado soluciones a largo plazo, lo que ha llevado a un círculo vicioso de mayor deterioro.

 

Las interrupciones eléctricas diarias no solo afectan la vida cotidiana, sino que paralizan sectores cruciales como la salud, la educación y el comercio. Las empresas, ya debilitadas por la economía de planificación centralizada, enfrentan obstáculos aún mayores para mantenerse operativas, lo que impacta gravemente en la producción.

 

Ante el agravamiento de la crisis, las manifestaciones populares han comenzado a surgir en varias ciudades del país, con ciudadanos exigiendo soluciones. Estas protestas, sin embargo, han sido enfrentadas con la habitual represión del régimen cubano.

 

Según Frank El Makina, el gobierno ha recurrido a su táctica de siempre: silenciar cualquier tipo de disidencia a través de la intimidación, la vigilancia y la censura. “No tienen respuestas efectivas, y su único recurso es la represión para mantener el control”, afirma.

 

La creciente insatisfacción social se ha intensificado no solo por la falta de electricidad, sino por la sensación generalizada de que el régimen no tiene ni la capacidad ni la voluntad de resolver la crisis. La población cubana, cansada de promesas vacías, ha comenzado a alzar la voz, arriesgando su seguridad.

 

Uno de los puntos clave en la estrategia de control del régimen cubano es el férreo control sobre las comunicaciones. Aunque la llegada de internet a la isla en 2018 abrió una puerta para que los cubanos pudieran compartir su realidad con el mundo, este acceso sigue siendo limitado y altamente controlado por el gobierno.

 

“El acceso a internet en Cuba es intermitente y extremadamente monitoreado”, relata Frank. “El régimen utiliza la censura y la vigilancia digital para sofocar cualquier intento de organización o protesta a través de las redes sociales”

 

El internet ha permitido una mayor difusión de denuncias y actos de represión, pero también ha dado lugar a una reacción violenta por parte del gobierno, que restringe el acceso en momentos clave, corta las comunicaciones en zonas de conflicto y promueve campañas de desinformación para desvirtuar la realidad.

 

Aunque el embargo estadounidense sigue siendo un tema recurrente cuando se discuten los problemas económicos de Cuba, Frank insiste en que no es el único responsable de la crisis que atraviesa la isla.

 

"El embargo ha tenido un impacto, pero no podemos ignorar la mala gestión interna, la corrupción endémica y la falta de inversión en sectores clave", explica. Para él, el gobierno cubano ha utilizado el embargo como una excusa conveniente para desviar la atención de

 

La expropiación de empresas privadas, la ineficiencia en la administración estatal y la incapacidad para atraer inversión extranjera han contribuido a la asfixia económica del país. Mientras tanto, la corrupción ha permeado todos los niveles del aparato estatal, desde la gestión de recursos hasta la distribución de bienes básicos.

 

Frank El Makina, ahora residente en Uruguay, ha encontrado en el exilio una plataforma para seguir luchando por la libertad de Cuba. Desde la distancia, ha podido comparar la realidad cubana con la de un país que goza de estabilidad democrática y participación política activa. “Ver el proceso electoral en Uruguay me ha dado esperanza para Cuba”, confiesa.

 

El contraste entre las libertades que experimenta en Uruguay y la represión que viven sus compatriotas en la isla refuerza su compromiso con la causa cubana. A pesar de los constantes intentos del gobierno cubano por silenciar las voces críticas, Frank y otros cubanos en el exilio continúan utilizando todas las plataformas disponibles para visibilizar lo que ocurre en la isla.

 

 

“Aunque estamos lejos, los cubanos en el exilio siguen luchando. Seguimos buscando visibilizar la realidad de la isla con la esperanza de que, algún día, podamos vivir en una Cuba libre y democrática", remarcó.


 

Por Víctor M Rodríguez

@convmro

ESPECIAL para Coalición Digital por el Periodismo

siquesepuede@gmail.com


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